El Museo Nacional de Bellas Artes y el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires organizan la exposición Dante x Alonso que reúne una serie de trabajos del maestro argentino inspirados en la obra del gran poeta florentino. Esta iniciativa se enmarca en la conmemoración del 700° aniversario del fallecimiento de Dante Alighieri (1265-1321).
La extensa carrera de Carlos Alonso (Mendoza, 1929) atraviesa de manera contundente el arte argentino desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Pintor y dibujante, su obra refleja momentos claves de la historia de Argentina y del mundo. La fuerza de sus imágenes lo ha transformado en un referente ineludible del arte argentino. Se inspira en el gran Dante y sus denuncias del pasado, para ofrecer un testimonio visual de la crisis que aún invade nuestro presente. En dos momentos históricos diferentes Alonso volvió a proponer este ejercicio, la primera vez en 1966-69 y la segunda en 2000-09.
La exhibición está integrada por una selección de más de 40 obras de las dos series, provenientes del Museo Carlos Alonso de Mendoza y de la colección privada del artista. Estará disponible para visitas en el Museo Nacional de Bellas Artes desde el sábado 4 de diciembre al domingo 27 de febrero de 2022.
En marzo de 1968, Carlos Alonso viajó a Florencia, y residió allí durante seis meses con el propósito de llevar a cabo una experiencia inmersiva en el universo de Dante que le permitiera realizar una serie de trabajos inspirados en su figura y su obra. Su indagación se centró en replicar la vivencia del poeta reponiendo su figura en la vida cotidiana. La pregunta acerca de qué vería Dante hoy, cuál sería su mirada sobre el mundo contemporáneo, lo llevó a la realización de más de 250 obras, entre dibujos y collages, con las que se inscribió en la larga y prestigiosa lista de artistas que se interesaron e inspiraron en el gran poema universal, como Sandro Botticelli, Gustave Doré, Auguste Rodin, Edgar Degas, Giorgio de Chirico, Eugène Delacroix y Salvador Dalí.
Alonso coloca a Dante, al igual que sucede en la Divina Comedia, como testigo de situaciones críticas, cruzadas por la estética pop y la efervescencia que en esos años se vivía en Europa —por el Mayo francés—, plena de reclamos, consignas y protestas. Realizadas en pequeño formato, las obras presentan múltiples versiones del retrato del poeta florentino replicado por medio de diversas técnicas, así como escenas inspiradas en diferentes pasajes del poema, traídos al presente como prueba de que esos horrores siguen ocurriendo bajo nuevas apariencias y formatos.
El interés por Dante y la Divina Comedia siguió acompañando al artista a través de los años. En 2004 inició una serie de obras sobre papel que denominó Carlos Alonso en el infierno, varias de las cuales forman parte de esta exposición, y en 2008 realizó un grupo de obras tridimensionales en torno al rostro del poeta. En la serie Carlos Alonso en el infierno vuelve a reinterpretar distintos momentos del poema para señalar lo ominoso, lo siniestro, la violencia y los prejuicios que nos habitan. Algunas de estas piezas presentan escenas apocalípticas, multitudinarias y complejas, al estilo del Bosco, en las que en ocasiones está presente el propio Dante. Pero hay sin duda mayor énfasis en su crítica al presente. Pues entre aquel momento inicial, pleno de esperanza emancipatoria, y el nuevo contexto de crisis, ha sucedido la tragedia de la dictadura en la Argentina, de la que Alonso fue víctima y por la cual, como Dante, conoció el exilio, que sin duda tensó y resignificó su visión de los infiernos contemporáneos. De ese modo, sus obras conectan dos épocas lejanas y nos demuestran que los horrores siguen replicándose y alimentando las imaginaciones actuales. Al igual que en otros momentos de su producción, Carlos Alonso opera sobre un clásico para desplegar su descarnada mirada crítica, dando visibilidad a las múltiples problemáticas e injusticias que ocurren en nuestros días.